En la etapa adulta, por lo general, ya se ha alcanzado una evolución física, personal, social... en la que hay más estabilidad y menos cambios. No obstante, hay ocasiones en las que no se sienten satisfechos con su vida o sienten que han fracasado en algunos aspectos de ella. Por ello, con la terapia se busca obtener una mejor calidad de vida, aprendiendo a afrontar aquello que no sabemos y obteniendo habilidades y recursos para ello.
La intervención es individualizada, atendiendo a los problemas personales de cada persona junto con las variables del entorno que le están influyendo. De esta manera podemos hacer una intervención más eficaz y duradera.
Entre los problemas o dificultades que atendemos se encuentran:
- TCA u otros problemas de alimentación (anorexia, bulimia, obesidad)
- Adicciones (sustancias, compras, juego internet…)
- Intervención en casos de separación y divorcio
- Problemas de ansiedad (pánico, fobias, TOC, TEPT)
- Problemas del estado de ánimo
- Problemas del sueño
- Problemas de pareja o sexuales
- Problemas familiares
- Problemas crónicos de salud
- Duelo
- Trastornos de personalidad
- Estrés
- Autoestima
- Comunicación
- Trastornos psicosomáticos
- Intervención en enfermedades degenerativas o con deterioro cognitivo (Alzheimer, demencia)